ZIGURATS - Los Templos De La Antigua Mesopotamia


Los invito a descubrir las Maravillas de los Templos de Mesopotamia es un encuentro réal con su belleza arquitectonica.

La gente de Ur, Asiria y Babilonia llamaban a los zigurats "fundamentos del cielo y de la tierra"

Para ellos eran una escalera que les permitía comunicarse con el mundo celestial de los dioses.No muy distintos de los rascacielos modernos o de las catedrales medievales, los zigurats de la antigua Mesopotamia dominaban la silueta de las grandes ciudades. Como focos visibles desde lejos de un país tan llano como el de los ríos Tigris y Éufrates, estas torres escalonadas representaban no sólo el poderío y el esplendor de la ciudad y su príncipe, sino también la eminencia y grandeza de su dios patrón. El nombre «zigurat» deriva del verbo acadio zaqaru, que significa literalmente «construir en alto»; se trata, pues, de una palabra meramente descriptiva que no nos revela nada del significado y la función verdadera de estos singulares edificios. A pesar de las fabulosas imágenes que existen, tanto en la literatura como en el arte, sobre la famosa torre de Babel (el gran zigurat de la ciudad de Babilonia, dedicado a Marduk), no se ha encontrado ningún zigurat de forma íntegra y completa.
Sin embargo, tanto la antigua documentación en escritura cuneiforme como las imágenes conservadas y los restos arqueológicos nos permiten reconstruir algunas de sus características: un zigurat era un monumento con una base de planta cuadrada o rectangular, construido en forma de alta terraza, escalonado en varios niveles -tres, cuatro o siete-, en el último de los cuales se erigía una capilla o un templo. El núcleo se construía con adobes secados al sol, revestidos con una gruesa capa de ladrillos cocidos en hornos. El templo en la cima, al que se accedía a través de escaleras situadas de forma perpendicular a la fachada o adosadas a ésta, era de ladrillos esmaltados. Este ideal, a un tiempo espiritual y arquitectónico, lo encontramos reflejado cientos de años más tarde en uno de los libros adivinatorios más importantes de la antigua Mesopotamia: Si una ciudad, escrito en lengua acadia y que cuenta con más de 10.000 presagios. Encierran la idea de que el hombre no debería vivir en lugares elevados, puesto que éstos representan terrenos numinosos predestinados para el culto. Los primeros zigurats atestiguados con certeza aparecen durante la llamada III dinastía de Ur (siglo XXI a.C.). 

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